Último día de Agosto, las últimas lluvias de verano antes de dar la bienvenida al Otoño. Volvemos al trabajo y a la rutina. Nos tenemos que empezar a preparar para las lluvias de Otoño, por eso hoy os damos unos consejos para conducir con lluvia.
Lo más habitual cuando llueve es que se reduzca el campo de visión y la distancia de nuestro “horizonte”, así que debemos adaptarnos a ello desde el primer momento.
También reduce nuestra visibilidad el agua extra que nos proyectan otros coches, pero sobre todo vehículos pesados como autobuses o camiones, a su paso. Por lo tanto en la medida de lo posible evita ir detrás de este tipo de vehículos y sobre todo mantén la distancia de seguridad.
Otra cosa que debes evitar es la pintura blanca de algunas carreteras, por ejemplo la que sirve para pintar los pasos de cebra, ya que está en ocasiones acostumbra a resbalar cuando llueve.
En condiciones de lluvia debemos estar seguros de que tanto el parabrisas como las escobillas estén en perfecto estado de limpieza, y de mantenimiento en el caso de las segundas si quieres asegurarte de que todo este correcto puedes pedir cita previa en tu taller de confianza. La suciedad se aliará con la lluvia para producir un “barro” o pasta que nos perjudicará a la visibilidad mucho más de lo normal. Además, las luces deben estar en perfecto estado de funcionamiento, y bien limpias.
En condiciones de lluvia, aunque sea ligera, es recomendable (y obligatorio en algunos casos) encender el alumbrado pertinente. Hay que tener especial atención a procurar ser vistos, pero también a no deslumbrar a los demás. Es decir, utilizar el alumbrado correcto, y repasar cuándo se utilizan las luces antiniebla en caso de lluvia.
La mayoría de carreteras están perfectamente acondicionadas para la lluvia, ¿pero que pasa cuando se crea un gran charco sobre el asfalto? Acostumbramos a hacer “acuaplaning” cuando los neumáticos son incapaces de evacua el agua que hay en la calzada, es entonces cuando el coche se desliza por una pequeña capa de agua debajo del coche.
¿Que hay que hacer? Es muy importante no frenar, hay que reducir la velocidad levantando suevamente el pie del acelerador y sujetar con fuerza el volante.
Es imprescindible circular con unos neumáticos en perfecto estado, con una presión correcta y una profundidad del dibujo por encima de 1,6 mm. Si no sabes como ver el estado de los neumáticos, mira nuestro vídeo.
Por último y no menos importante, el buen estado de los frenos es vital, ya que cuando llueve la distancia de frenado aumenta sobre una carretera mojada (esto quiere decir que tardamos más en frenar que en condiciones normales). Por lo que tendremos que revisar antes de la época de lluvia el estado de los discos, las pastillas y el nivel del líquido de los frenos.